El curvado de la madera es todo un arte. A todo el mundo le fascina ver ese tipo de mobiliario o instrumentos musicales de madera que requieren curvas en sus formas, pero, cabe preguntarse, ¿cómo se consiguen esas curvas tan perfectas? Una de las técnicas favoritas de carpinteros y fabricantes artesanos es la flexión a vapor, un método tradicional que sigue vigente en la actualidad, aunque existen otros sistemas igualmente válidos.
Antes de proceder a enumerar diferentes modos de curvar la madera hay que saber que no todas las maderas responden de la misma manera al curvado. Hay que tener en cuenta sus características y elegir solo las más flexibles para que respondan bien al proceso. Algunas de las técnicas más populares de curvado de madera son las que se van a ver a continuación.
Curvado con vapor
Este proceso es el más conocido y es el que se ha utilizado tradicionalmente para curvar la madera. Para llevar a cabo esta técnica de forma óptima, lo ideal es que la madera sea recién serrada y este aún verde, es decir, que mantenga un alto grado de humedad. En caso contrario, si la madera está seca, habrá que proceder a humedecerla durante varios minutos antes de comenzar con el paso de la vaporización.
Este proceso, como su propio nombre indica, consiste en someter a la pieza de madera a una fuente de vapor. Para hacerlo, habitualmente, se introduce en una cámara o caja de vapor parcialmente cerrada en la que deberá permanecer a una temperatura constante de 100ºC durante todo el proceso de vaporizado.
Después, se le irá danto a la pieza de madera la forma y curvatura deseada con la ayuda de un molde, en el que deberá permanecer hasta su completo secado. Cuando se haya secado totalmente, conservará su nueva forma.
No se puede indicar un tiempo concreto para las distintas fases del proceso de exposición al vapor o secado, ya que dependerá del tipo de madera, la densidad que tenga y el espesor de la pieza. Algunos expertos indican que el tiempo es, aproximadamente, de 1,8 minutos por mm de espesor.
Esta técnica artesanal es la que se utiliza mayoritariamente en la fabricación de objetos de tamaño pequeño o mediano, como mesas, sillas, instrumentos musicales… Una de las ventajas más destacadas de la flexión a vapor es que asegura y preserva la fuerza de las fibras de celulosa además de mantener la capacidad estructural de la madera.
Doblado con ranuras
Esta otra técnica consiste en hacerle a la madera pequeñas ranuras por la cara interna de la misma. Estas pequeñas incisiones son las que permiten que se doble y la madera adopte la curvatura deseada. Las ranuras deben tener un grosor de unos ⅔ del espesor de la madera.
El primer paso es la realización de las ranuras necesarias para la curvatura, una vez que están todas hechas, se encolan y se procede a la torcedura de la pieza. Deberá permanecer en esa nueva posición curvada hasta que la pieza se seque por completo.
Para conseguir un mejor acabado, las uniones de las ranuras se pueden disimular con masilla del mismo tono de la madera o con una mezcla de cola con serrín de esa misma madera.
Esta forma de curvar madera se aconseja para tableros de madera de densidad media, aunque también se puede utilizar en maderas macizas que sean muy flexibles. Con el proceso se consigue debilitar una zona de la tira de madera para curvarla reduciendo su espesor con los mencionados cortes paralelos.
Curvatura por laminación
Este último proceso que se va a explicar en este artículo es el más laborioso. Para llevarlo a cabo habrá que laminar la pieza de madera en capas de entre 1,5 y 3 mm y, después, encolarlas entre sí. Como la fibra de todas sus capas sigue la misma dirección, permite ser moldeado.
En esta técnica no es necesario someter a las piezas al proceso de vaporización. En cambio, si será obligado, al igual que en otros procesos, contar con un molde que permita darle a la madera la forma curvada deseada. Para que sea más fácil trabajar con la madera laminada y encolada, habrá que realizar el curvado antes de que la cola se seque.
Son muchos los usos que se pueden dar a estas estructuras de madera, generalmente empleadas en escaleras, fachadas, muros cortinas, decoración…