Los bares y restaurantes que tienen veladores, cuando tienen que poner sillas y mesas en estos exteriores, suelen recurrir a materiales como el plástico o el aluminio. La excusa es que estos soportan mejor las inclemencias del tiempo que las mesas de madera. Esto es cierto a medias, si bien es verdad que lo más recomendable es utilizar el polipropileno, que se caracteriza, precisamente, porque puede quedar expuesto a cualquier tipo de condiciones meteorológicas, ya sea días de sol intenso, lluvia, frío… en relación a la estética, supone un deterioro notable para el conjunto del local.

Si el negocio de hostelería guarda una decoración basada en la madera, rústica o con tintes más modernos, tiene todo el sentido del mundo el preguntamos; ¿Qué tipo de sillas pongo en la terraza de mi bar? En este sentido, cabe plantearse seguir con este estilo y trasladarlo, en la medida de lo posible, a los exteriores. Unos veladores de madera aportarán una clase y una belleza muy difícil de igualar.

No es una decisión arriesgada en absoluto, bastará con que se le haya aplicado a este mobiliario la protección necesaria para que no se deteriore. Del mismo modo, requerirá un mantenimiento que posiblemente ni el aluminio ni el polipropileno necesiten, pero el resultado final merecerá la pena y la clientela siempre va a elegir calidad y belleza, por lo que se trata de una inversión con un retorno de la inversión asegurada.

Protectores y barnices

Estos serán los dos productos básicos con los que tratar este mobiliario para evitar el ataque de hongos e insectos xilófagos, además de evitar que se agriete por deshidratación al estar expuesta al sol de manera constante.

 

Los protectores

Estos compuestos tienen la cualidad de proteger la superficie y de evitar que penetren en la veta. Por este motivo, se mejora la resistencia estructural de la madera al tiempo que se crea una pantalla protectora que la defienden de la acción directa de los rayos ultravioleta del sol.

Su defecto es que no tapan el poro para que la madera pueda respirar, aunque sí que repelen la humedad, por lo que evitará que la madera se empape y se hinche. En cualquier caso, para asegurarse que tiene una buena protección impermeable, se deberá rociar con agua y comprobar que no es absorbida.

Estos productos se pueden aplicar directamente en cualquier tipo de madera. Los pasos para hacerlo correctamente son limpiar bien la superficie de polvo y restos de suciedad y pasarle, a continuación, una lija fina, solo si es necesario. Cuando esté completamente limpia y seca, se le aplicará al menos dos capas de un protector con rodillo, siempre en el sentido de las vetas de la madera. Por último, habrá que dejarla secar el tiempo indicado por el fabricante. Después se podrá pintar o barnizar.

Habrá que mirar la utilidad y función de estos productos, ya que ofrecen distintos niveles de protección para adaptarse a la dureza natural de la madera, así como a los diferentes tipos de clima. El mercado ofrece protectores con capacidad fungicida y/o insecticida. También se localizan aclaradores y/o renovadores con lo que se posibilita el devolverle el color natural a la madera.

Como dato a tener en cuenta, el aceite de teca es el protector más utilizado, pues posee una gran capacidad para nutrir la madera, evitando que le salgan grietas y cambie su color hacia el gris. Por otro lado, también tiene la cualidad de mejorar la resistencia a la exposición al sol, a los cambios de temperatura, a las manchas e incluso al cloro y su efecto decolorante. Según la silla o la mesa sea de madera dura o blanda, tendrá una frecuencia de uso, una vez al año para las primeras (duras) y dos para las segundas (blandas).

Los barnices

Su función es la de sellar e impermeabilizar la superficie de la madera donde se aplica. Con ello se las protege de la humedad, las agresiones del sol, los cambios de temperatura y el trato por el uso constante. Estos productos tienen la importante cualidad de ser bastante resistentes.

Por otro lado, están muy valoradas sus cualidades decorativas, tan importantes como las protectoras. Estos productos lograrán resaltar la estética natural de la madera, pero también le imprimen diferentes tonos y acabados, como lisos o brillantes. Secan muy rápidamente. Para aumentar su característica protectora es habitual aplicar antes el protector.

Recomendaciones de mantenimiento

Si los muebles utilizados se ensamblan habrá que apretar los tornillos con periodicidad para evitar que se acelere el desgaste. Por otro lado, si se va a seguir usando el velador en invierno, no está de más usar fundas para protegerlo de la humedad. Por último, también es recomendable usar un cepillo de plástico, de cerdas blandas, para limpiarlos después de cada sesión de trabajo.

 

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